Los toldos como medida de ahorro energético en la vivienda

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Los toldos como medida de ahorro energético en la vivienda

¿Cómo es posible ahorrar energía en la vivienda gracias a los toldos?

La principal función que presentan los toldos en las viviendas se basa en impedir el exceso de calor en la vivienda, sobre todo con las temperaturas elevadas. El exceso de calor en las viviendas provoca que se haga un mayor uso del aire acondicionado en la misma para tener un mayor confort.

A todo ello le podemos añadir el factor de la radiación reflejada (que nos quema cuando caminamos en la nieve) y la radiación difusa (lo mismo en tiempo nublado). En cada uno de los tres casos, cuando se coloca un objeto entre la trayectoria de los fotones y nosotros (de un árbol a un dosel), la exposición o radiación incidente se atenúa. El toldo es una lona que crea esta sombra y, si bien también se puede utilizar para proteger las ventanas de la lluvia o proteger la casa de los vientos cruzados, su principal aplicación es proteger la casa en verano. El aire caliente debajo de la tela se calienta y se mueve por convección, lo que “tira” del aire más frío hacia arriba.

Todo ello facilita reducir el consumo de aire acondicionado en la vivienda y por tanto ahorrar en las facturas del hogar. Por otra parte, facilita el ahorro energético y la concienciación sobre la reducción de la huella ecológica del planeta poder contar con suministro eléctrico de energía verde.

El toldo generalmente se coloca sobre los patios o ventanas. Principalmente en las aberturas a través de las cuales cae la luz del sol y desde las cuales el mecanismo es fácil de operar. Sin embargo, vale la pena aplicar también estas lonas en parte de la fachada o en gran parte de la zona del ático. Es decir, para cubrir áreas más allá de los cristales.

Otros motivos para lograr el ahorro energético en la vivienda

Otra alternativa notable, además de las citadas a continuación, es tener en cuenta la potencia que tiene contratada en la vivienda, para poder hacer un uso de aquella que realmente necesita según los aparatos electrónicos con los que cuentan en el hogar.

En invierno, una casa con una masa térmica elevada nos ayuda a calentar el interior incluso cuando el sol ya no brilla. El calor del día ha penetrado las paredes y lo liberan hacia adentro unas horas más tarde (a veces hasta 12 horas), que es más intenso en verano.

Cuanto mayor sea la masa térmica, más ventilación nocturna necesitamos. Lo mismo se aplica a los suelos irradiados. Si tenemos la ventana abierta y el sol brilla en la casa durante horas, el suelo desprende calor después de horas.

Colocar un toldo delante de la pared evita la luz solar directa y el calentamiento excesivo de la pared. En combinación con un buen aislamiento interior, un toldo puede ahorrar algunos grados en interiores. Recuerde, cada grado que bajamos o subimos el termostato cuenta en la cuenta.

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